lunes, 6 de abril de 2009

El secreto de la magia de Harry Potter


* Rav Dr. Michael Laitman
En los últimos diez años se ha presentado un fenómeno literario sin precedentes. Su nombre es “Harry Potter”. Hasta ahora en todo el mundo se han adquirido 325 millones de ejemplares de la serie que se compone de siete libros. La colección se ha traducido a 65 idiomas, muchos de los cuales son tan extravagantes como el latín y el zulu. El último libro vendió 8 millones de volúmenes en un par de semanas y sólo en los Estados Unidos, se compran miles cada hora. Para comprender la trascendencia de su éxito es importante resaltar que el único libro que ha vendido una cantidad mayor de ejemplares que Harry Potter es la Biblia.
¿Por qué tanto escándalo?
Harry, el afable joven de gafas que asiste a la Escuela Hogwarts de Magia y Hechicería debe enfrentar brujos y monstruos malvados para salvar a la humanidad. Pero, las contiendas de Harry no son un fenómeno único. Junto a éste, llegaron otros éxitos de cartelera como Matrix y El señor de los anillos.
Podríamos dar muchos ejemplos pero la idea es muy clara: nos encanta la fantasía. ¿Qué es lo que nos atrae del misticismo? ¿Qué intentamos hallar allí que no encontramos en otra parte? ¿Realmente creemos en la existencia de lugares encantados, poderes mágicos, o sencillamente estamos tratando de escapar de nuestra fría realidad?
Un viaje al país de las maravillas
Muy dentro de nosotros se halla un anhelo inherente por descubrir un nivel más profundo de la realidad, total, libre, desligado del tiempo y el espacio. Bajo el umbral de nuestra conciencia tenemos el deseo de comprender las fuerzas que moldean la realidad que tenemos frente a nosotros.
Hasta cierto punto, las novelas de fantasía se remiten a esta necesidad en nuestro interior y nos proporcionan un sustituto temporal de la realidad más honda que andamos buscando. Nos introducen a mundos alternativos, encantados y misteriosos; nos hablan de otras dimensiones, gobernadas por poderes legendarios que pueden cambiar nuestro mundo.
La infancia es un buen momento para preguntarnos acerca del significado de la vida. A menudo, con la inocencia de la niñez intentamos esclarecer quiénes somos y de dónde venimos. Cuando un ser querido fallece sentimos el impulso de cuestionarnos sobre el sentido de la vida y la muerte.
Las novelas fantásticas nos ofrecen respuestas mágicas a preguntas muy difíciles de responder, navegamos en sus páginas hacia tierras remotas en donde vivimos aventuras nunca antes narradas, de las cuales siempre regresamos sanos y salvos a casa. El problema es que a medida que vamos creciendo, la vida empieza a tornarse sombría y tediosa, como la comunidad Muggle, tan carente de encanto.
Con el paso de los años nos convertimos en adultos “responsables” y nos olvidamos de nuestras interrogantes sobre la vida, sepultándolas bajo un cúmulo de impostergables compromisos en el mundo de las personas mayores. Nuestro creciente interés por las novelas fantásticas se despierta debido a que las complicaciones que vivimos en el siglo XXI han reavivado nuestro deseo de una realidad alternativa más atractiva.
Una plataforma al infinito
¿Recuerdan el Andén Nueve ¾ en la Estación Ferroviaria de King’s Cross en Londres? Al joven Potter se le indicaba en la carta de la Escuela Hogwarts de Magia y Hechicería que allí tendría que abordar el tren que lo llevaría al mundo de la magia. Pero, para llegar al andén, Harry tenía que traspasar una pared muy sólida, la barrera entre nuestro (Muggle) mundo y el mundo mágico. Sin la ayuda de la mujer regordeta, nunca hubiera sabido lo que tenía que hacer para pasar del otro lado.
De una manera muy parecida, en una de sus cartas, Baal HaSulam, el gran cabalista del siglo XX, contó a sus discípulos una historia acerca de la primera vez que se entra al mundo espiritual. Él también lo describe como un muro, pero en lugar de caminar a través de él, lo único que se necesita es tener la intención correcta y el muro se va a desvanecer. El personaje de la mujer regordeta lo toman los libros y los maestros de Cabalá, que nos describen lo que tenemos que hacer para adquirir esta correcta intención.
La palabra mágica es: amor
Durante varios siglos, a través de sus libros los cabalistas nos han estado enviando invitaciones para ir al mundo espiritual, describiendo la abundancia que vamos a hallar, si tan sólo seguimos su guía. Sin embargo, hasta ahora la gran mayoría de nosotros no busca cómo entrar. Ya sea porque ignoramos la existencia de los cabalistas, o no tenemos conocimiento de la invitación para ingresar al mágico mundo del espíritu o sencillamente la rechazamos.
Sin embargo, la sabiduría de la Cabalá está lista para conducirnos a ese prodigioso mundo de la sabiduría. Nos puede enseñar cómo triunfar sobre las penas de la existencia, sus retos y dilemas, ayudándonos a unirnos con los demás mediante el amor. Los libros de Cabalá nos van a devolver el encanto que perdimos en la adolescencia, mostrándonos que estamos destinados a la grandeza.
Vamos a descubrir que el mundo encantado que la humanidad ha buscado en Alicia, Narnia, Oz y Harry Potter está de hecho a la vuelta de la esquina, no en otra vida, sino sencillamente en una intención. La verdadera magia está dentro de nosotros y la palabra que la convierte en realidad es “amor”.
* El Rav Dr. Michael Laitman es máster en ciber­nética, doctor en filosofía y Cabalá, profesor de ontología y teoría del conocimiento. Es fundador y presidente de Bnei Baruj y del Instituto ARI, en Israel. Más información en www.kab.info www.kab.tv/spa www.laitman.es

Tomado del Libro "La Voz de la Cabalá"

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