lunes, 6 de abril de 2009

Drogarlos o explicarles


Si su niño se distrae fácilmente, es agitado, inquieto, o incluso violento, antes de probar con sustancias químicas para tratar los síntomas, intente contestar la pregunta que lo causa -¿cuál es el propósito de esta vida? Los resultados le asombrarán.


* Rav Dr. Michael Laitman


Para preparar esta columna, conversé con varios profesores, psicólogos infantiles y padres. Tal parece que el déficit de atención y el trastorno de hiperactividad son cada vez más frecuentes.


Uno de los profesores me dijo que aproximadamente uno de cada cuatro estudiantes en su clase toma Ritalin regularmente. Un examen aún superficial del estado en que se encuentra la juventud de hoy revelará un problema mucho más profundo que una corta atención. Esto concierne a todo el sistema educativo, situación que ha ido desmejorando durante décadas.


Cacería de placer

El deseo siempre ha sido la fuerza motriz que ha impulsado a la humanidad. Durante años hemos estado tratando de satisfacer nuestros deseos, pero mientras más comemos, más hambrientos parecemos ponernos, y nuestros anhelos se intensifican.


Pero, en nuestra generación es como si una cuerda oculta se hubiese roto. Cada área de la vida moderna cambia a una velocidad meteórica, y nuestro ambiente ofrece oportunidades sin precedentes. Sin embargo, nos encontramos en medio de una carrera persiguiendo objetivos fantasmas que parecen alejarse, cuanto más nos esforzamos en alcanzarlos.


Entonces, ¿qué es lo que realmente busca la juventud? Hoy, después de siglos de tentativas erróneas, la juventud busca algo más profundo, más verdadero que lo que este mundo actual ofrece, algo que pueda llenar ese vacío, su abismo interno.


El gran cabalista de nuestros tiempos, Rabí Yehuda Ashlag (Baal HaSulam), advierte este fenómeno en sus escrituras. Explica que esto sólo se expandirá, ya que este abismo es producto de nuestra necesidad de conocer no cómo tener una vida mejor, sino contestar una pregunta simple: ¿Para qué es la vida?


La sabiduría de la nueva generación

Según la Cabalá, cada generación nace con los deseos, logros, y desilusiones de sus generaciones precedentes. En consecuencia, cada generación es en cierto modo, una mejora de la generación anterior. En su artículo "La Paz" Baal HaSulam escribe, "respecto a las almas, todas las generaciones desde el principio de la Creación… son como una generación que ha extendido su vida por miles de años".


Nuestra juventud, por lo tanto, posee un empuje mucho mayor y más deseos que nosotros. La asimilación de conocimiento pasado no significa sólo que ellos dominen teléfonos móviles y computadoras más hábilmente que nosotros. Se trata de cuestiones mucho más sustanciales: tienen un deseo inherente de descubrir para qué viven. Y cuando no pueden contestar esta pregunta, se ponen agitados, distraídos, y deprimidos, y luego los "diagnosticamos" como que sufren de un trastorno, y les prescribimos medicamentos adictivos.


En la actualidad, a una parte creciente de ellos se le hace cada vez más difícil encontrar el propósito de su existencia. Estos jóvenes se frustran, y algunos sacan su frustración en el alcohol o drogas. Pero sólo tratan de evitar el dolor causado por el vacío dentro de ellos.


La solución

Hasta ahora, en vez de tratar el problema desde su raíz, buscamos suprimir los síntomas, luchando contra el "mensajero", calmando a nuestros hijos con medios superficiales, en vez de tratar de leer el mensaje. Necesitamos un cambio sustancial en nuestro sistema de educación y los valores que éste promueve. Nuestros niños quieren saber para qué vivimos, y depende de nosotros proporcionar la respuesta.


El concepto clave que debería dirigirnos en este proceso es "enseñar a la juventud de acuerdo a su manera". En vez de intentar adaptar al niño o adolescente al modelo que hemos creado o con el que crecimos, deberíamos tratar de acoplar nuestros métodos de educación y plan de estudios a las necesidades cambiantes de nuestros hijos, para encontrar la mejor manera de convertir a nuestros niños en seres humanos maduros; humanos, en el sentido pleno de la palabra.


No es la cantidad de conocimiento que un niño absorbe lo que debería importarnos, sino la calidad. Es imperativo que cuando deje el sistema de educación, sea capaz de responder la pregunta esencial sobre la vida, que todos los jóvenes preguntan. Para que esto pase, gradualmente debemos incorporar el contenido que explica la naturaleza humana, el origen de nuestras emociones y experiencias, nuestro papel como individuos y como sociedad, y, ante todo, el propósito que la vida nos conduce a alcanzar.


Reconectando la Fuente de la Vida

La sabiduría de la Cabalá establece que sólo conociendo las leyes ocultas de la naturaleza descubriremos el cuadro completo de la realidad. El que descubre la fuerza que funciona detrás de las acciones, entiende dónde se dirige la vida y ve las consecuencias de cada acto que decide tomar o evitar. La Cabalá explica que nuestro mundo parece estrecho y sin atractivo porque la parte espiritual que ha madurado dentro de nosotros, nuestra alma, permanece separada de la fuente de la vida. Sostiene que reconectar y quitar esta separación curará todos los sufrimientos.


La creciente desorientación, enajenación, y separación de la juventud no son coincidencia. Están aquí para inducir un cambio positivo en la realidad. Si unimos nuestra realidad actual con la solución ofrecida, descubriremos la parte oculta que nuestros niños buscan con tanta desesperación, tratando de escapar de la realidad. Entonces, no necesitarán ninguna medicación, y sentirán que sus padres y profesores les están proporcionando las herramientas para afrontar la vida exitosamente.

* El Rav Dr. Michael Laitman es máster en ciber­nética, doctor en filosofía y Cabalá, profesor de ontología y teoría del conocimiento. Es fundador y presidente de Bnei Baruj y del Instituto ARI, en Israel. Más información en www.kab.info www.kab.tv/spa www.laitman.es

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