miércoles, 21 de enero de 2009

Melodías de los Mundos Superiores


El Santo ARÍ (Rabí Itzjak Luria) escribió la letra, Baal HaSulam (Rabí Yehuda Ashlag) compuso la melodía, y juntos, estos dos grandiosos cabalistas nos legaron una manera sublime y melódica de elevarnos a los mundos espirituales… a través de una canción.





* Rav Dr. Michael Laitman

Los cabalistas siempre han escrito letras y compuesto melodías inspiradas en su profunda unión con el Creador. Las canciones surgen de sus corazones como un torrente de alegría desbordante. Y en verdad, ¿puede existir una fuente de inspiración musical más excelsa que de Aquel que da vida a toda la realidad?

Sin embargo, en la sabiduría de la Cabalá, una canción no tiene como finalidad expresar simples impresiones de cercanía con el Creador, aunque es evidente que ésta es una parte fundamental en ella. Los cabalistas componen canciones de una manera muy especial, evocando emociones muy individuales en quien las escucha. Por medio de las canciones, los cabalistas esperan ayudarnos a experimentar la espiritualidad. Por este motivo, las componen como una plegaria de corrección, brindándonos una conexión directa e instantánea con la Fuente de la vida.

Un lazo de amor

Cuando un cabalista tiene una experiencia del Mundo Superior, él o ella entran en otra dimensión de la realidad. Pasado, presente y futuro se funden en una sola corriente de vida, y el cabalista experimenta la sensación de todas las almas unidas en el amor eterno de la Fuerza Única que opera y gobierna todo en la vida. Pero sobretodo, el cabalista descubre que alcanzar la realidad espiritual es posible únicamente a través del lazo de amor entre el cabalista y las otras almas. Es por este amor que los cabalistas insisten tanto en compartir sus experiencias espirituales con nosotros. Su único deseo es que nosotros también podamos descubrir y sentir la clase de vida que nos confiere el adherirnos al Creador de la realidad. En sus melodías, ellos llaman a esto “estar colmados con la Luz Superior”.

El Santo ARÍ descubrió los secretos del Mundo Superior y los plasmó con gran detalle en sus libros, describiendo los mundos, las Sefirot, las almas, las fuerzas positivas y negativas. Pero, todos aquellos que no tengan trato alguno con el mundo espiritual, no van a encontrar el sentido de estas palabras. Las personas comunes y corrientes no pueden emocionalmente conectarse con los textos.

Por este motivo, la única manera de poder percibir lo que no comprendemos es por medio del corazón, ¿y, qué mejor forma de abrir el sendero al corazón que a través de una canción? Así, los cabalistas con sus letras y melodías trazaron otra entrada para experimentar la plenitud y eternidad de la realidad espiritual. Es por eso que, junto a los libros complejos que escribieron, ambos, tanto el ARÍ como Baal HaSulam nos bendijeron con sus canciones y música.

De la melodía al corazón

Baal HaSulam, el más grande cabalista de nuestros tiempos, nos dejó un regalo muy especial. Además de su vasta obra literaria –El Sulam (Escalera), el comentario sobre el Libro del Zohar, El Estudio de las Diez Sefirot y otros trabajos prodigiosos, compuso música para acompañar cada uno de los poemas del ARÍ. Debido a que Baal HaSulam alcanzó el mismo nivel espiritual que el ARÍ, tuvo la capacidad de componer melodías que estuvieran en perfecta armonía con las palabras del ARÍ, haciendo resaltar tanto la letra que escribió uno como la música que compuso el otro. Gracias a su obra, la inspiración del ARÍ se impregna en el corazón y suavemente sana nuestra alma. Cada vez que escuchamos las canciones, las letras y las melodías tocan las cuerdas de nuestra alma, afinándolas para alcanzar la Meta de la perfección.

Aunque todavía no hayamos alcanzado la corrección de nuestra alma, siempre podremos sentir las profundas emociones expresadas en las canciones. Si nuestro deseo es experimentar la misma sensación que el cabalista pudo haber sentido mientras componía estas canciones, lograremos sumergirnos al menos hasta cierto punto, en el estado sublime descrito en la música. Así, ese estado más elevado va a “brillar” sobre nosotros, a lo cual los cabalistas llaman “La Luz Circundante”, una fuerza especial que nos reforma y nos ayuda a conectarnos con el Mundo Superior. Gradualmente, la Luz Circundante nos deja entrar a ese estado perfecto, la raíz de donde llegó nuestra alma a este mundo.

Una vez que alcancemos este estado plenamente, la letra y la música nos irán envolviendo como lo hace la Luz Circundante y llegaremos a la Meta de nuestra vida: Adherirnos a la Fuerza Superior, al Creador. Y todo lo que tenemos que hacer para que esto ocurra es escuchar con el corazón abierto.

* El Rav Dr. Michael Laitman es máster en ciber­nética, doctor en filosofía y Cabalá, profesor de ontología y teoría del conocimiento. Es fundador y presidente de Bnei Baruj y del Instituto ARI, en Israel. Más información en www.kab.info www.kab.tv/spa www.laitman.es


La Música Cabalista en www.kabbalah.info

La sección de Música Cabalista en www.kabbalah.info ofrece horas de escucha para disfrutar de experiencias internas espirituales, presentando melodías del cabalista más notable del Siglo Veinte, Baal HaSulam (el Rabino Yehuda Ashlag) interpretadas por músicos de todo el mundo, en arreglos instrumentales , modernos, clásicos, jazz y electrónicos.

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