miércoles, 21 de enero de 2009

La Cabalá explica la Biblia


¿Qué se necesita para crear el libro más popular de todos los tiempos? Aparentemente requiere descubrir un mundo donde no existen las palabras...




* Rav Dr. Michael Laitman

Moisés, quien bajo inspiración divina escribió los cimientos de la Biblia, fue encontrado por la hija del antiguo gobernante egipcio, el Faraón, en un pesebre de papiro a la orilla del Nilo. Fue criado en la casa del Faraón y como príncipe, tuvo acceso a todo lo que cualquiera pudiera desear. Hasta que un día, decidió embarcarse en el viaje que lo llevó a descubrir el Mundo Superior.

Descubrió que ése no era un lugar físico sobre la tierra, sino, un mundo interno de sensaciones completamente nuevas y maravillosas, inalcanzables por nuestros 5 sentidos tradicionales.

Cuando decimos “un mundo”, la imagen que probablemente nos viene a la mente es, un amplio espacio físico lleno de objetos, plantas, animales y personas. Sin embargo, el Mundo Superior es percibido por medio de la interioridad del ser humano, donde uno se conecta con las fuerzas que propulsan la realidad llamada “nuestro mundo”, a través de nuestros cinco sentidos. Y en el punto más alto del Mundo Superior, uno descubre que todas estas fuerzas están conectadas a una única y abarcadora Fuerza Superior llamada “Luz Superior”.


Palabras para describir el mundo espiritual

La Biblia es aún hoy en día el libro más famoso que jamás haya sido escrito, aunque fue concebido hace miles de años. Su verdadero contenido y propósito yace en el vocablo Torá (en hebreo: Ohr – Luz y Horaá – instrucción) que nos indica que el libro es un manual para sentir la Luz Superior que se encuentra en el Mundo Superior que Moisés había descubierto.

Pero como ahí no existen palabras, la Torá utiliza términos terrenales para describirlo. ¿Cómo, acaso, pueden nuestras palabras corrientes describir al Mundo Superior? La Cabalá explica que las fuerzas espirituales de ése mundo son las que gobiernan y dirigen todo en el nuestro. De modo que cada fuerza del Mundo Superior se manifiesta en nuestro mundo. Estas fuerzas se llaman “Raíces”, y sus manifestaciones en nuestro mundo se llaman “Ramas”. Por eso, el lenguaje utilizado en la Torá se denomina “El Lenguaje de Ramas”.

Es decir, cuando Moisés quiso describir algún fenómeno del Mundo Superior, lo llamó por su rama manifestada en nuestro mundo. Por ejemplo, usaba la palabra “piedra” para denominar la fuerza espiritual que se manifestaba en nuestro mundo como una piedra. Así que la palabra “piedra” no se refería a la piedra que nosotros vemos y sentimos, sino a su raíz espiritual.

Igualmente, cada palabra de la Biblia describe acontecimientos del Mundo Superior. Y cuando se lee con esto en mente, le damos al libro el uso que su autor pretendía: como guía para quien se embarca en el camino del descubrimiento espiritual.


Cuando las palabras pierden su sentido

A medida que fue pasando el tiempo, el verdadero significado cabalístico de la Biblia fue olvidándose. En vez de ser leído con el fin de penetrar el Mundo Superior y sentir la Luz Superior, mucha gente empezó a creer que el libro hablaba sobre nuestro mundo: relaciones entre personas, enseñanzas morales y consejos para resolver y organizar nuestros asuntos mundanos; o que era simplemente una narración histórica. Ambas son interpretaciones equivocadas del texto, ya que el mismo fue escrito en el Lenguaje de Ramas, y trata solamente del Mundo Superior.

No obstante, existe evidencia arqueológica de que los acontecimientos históricos que se describen en la Biblia realmente sucedieron en nuestro mundo. ¿Acaso sostienen los cabalistas que ninguno de estos hechos realmente hayan sucedido? No, justamente lo contrario: Ellos nos ayudan a comprender por qué todos estos tenían que ocurrir también en nuestro mundo.

Como hemos dicho, cada objeto y cada acontecimiento de este mundo surge y es dirigido por su raíz en el mundo espiritual. Por eso, cada objeto espiritual debe manifestarse también en nuestro mundo. Es decir, a pesar de que la Biblia solamente describe el Mundo Superior, los eventos correspondientes también deben acontecer en el plano terrenal.


Leer correctamente la Torá

La diferencia básica aquí es que los cabalistas consideran los objetos y sucesos espirituales -las raíces-, infinitamente más importantes que sus consecuencias materiales. Explican que un cabalista con el excepcional alcance espiritual de Moisés, sería incapaz de escribir ni una sola palabra con el simple propósito de hablarnos de historia o de ética. Su única meta en la vida sería revelar a la humanidad el Mundo Superior, para ayudarnos a percibirlo como él lo hizo, alcanzando así la meta más elevada de nuestra existencia.

De ahí que la manera correcta de leer la Torá es comprendiendo que cada palabra se refiere a una fuerza espiritual que se encuentra en el Mundo Superior. Entonces, uno comienza gradualmente a conectarse con estas fuerzas y a percibirlas, tal como lo hizo Moisés.

Quienes ya han desarrollado la habilidad de percibir el Mundo Superior se llaman “cabalistas”, y cuando leen la Torá no visualizan sucesos históricos ni enseñanzas morales. En cambio, perciben claramente cómo las fuerzas espirituales nos gobiernan a nosotros y a todo lo que nos rodea, y cómo todo se une finalmente en la infinita y perfecta Luz Superior.

* El Rav Dr. Michael Laitman es máster en ciber­nética, doctor en filosofía y Cabalá, profesor de ontología y teoría del conocimiento. Es fundador y presidente de Bnei Baruj y del Instituto ARI, en Israel. Más información en www.kab.info www.kab.tv/spa www.laitman.es

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.