
Por el Rav Dr. Michael Laitman *
Nos parece que podemos elegir entre ser egoístas o altruistas. Pero si examinamos
Nosotros, de igual forma, debemos desarrollar tal conexión entre nosotros. Así, cuanto más logremos establecer este lazo, mejor percibiremos la existencia eterna de Adam (Adam HaRishon, el Alma Colectiva) en lugar del carácter pasajero de nuestra existencia física.
Particularmente hoy día, el altruismo se ha tornado esencial para nuestra supervivencia. Se ha hecho evidente que todos nosotros estamos interconectados y dependemos uno del otro. Esta interdependencia ha dado lugar a una definición innovadora y precisa del altruismo: Cualquier acción o intención que se origine en la necesidad de integrar la humanidad en una sola entidad es considerada altruista. Inversamente, toda actividad o intención que no se enfoque en unir a la humanidad es egoísta.
Nuestra oposición a las leyes de la Naturaleza es la fuente de todos los sufrimientos que presenciamos en el mundo. Y por ser el individuo el único que no las cumple, se puede concluir que es el único elemento corrupto dentro de ella. El resto, es decir, los minerales, las plantas y los animales, acatan las leyes altruistas de ésta, por instinto. Sólo el comportamiento humano contrasta con el del resto de
El sufrimiento que vemos a nuestro alrededor no es únicamente propio. Todos los demás niveles de
LA PERCEPCION MEJORADA
Aunque pareciera que el único cambio que tenemos que hacer es considerar a los demás antes que a nosotros mismos, el altruismo, no obstante, trae consigo un beneficio adicional: Cuando pensamos en los demás nos integramos a ellos y ellos a nosotros.
Mirémoslo de esta forma: Existen alrededor de 6.5 mil millones de personas alrededor del mundo actualmente. ¿Qué pasaría si en lugar de contar con dos manos, dos piernas y un cerebro para controlarlos, tuviéramos trece mil millones de manos, trece mil millones de piernas y 6.5 mil millones de cerebros para controlarlos? ¿Es confuso? No necesariamente, ya que todos estos cerebros funcionarían como uno solo y las manos trabajarían como un par de manos. Toda la humanidad sería como un solo cuerpo cuya capacidad se vería aumentada en 6.5 mil millones de veces.
Además de convertirnos en seres superdotados, todo aquel que se convierta en altruista recibirá también el regalo más deseado por todos: la omnisciencia o conocimiento absoluto. Puesto que el altruismo es el atributo del Creador, al adquirirlo, nuestra naturaleza se asemeja a la de Él y empezamos a pensar como Él. Comenzamos a saber por qué ocurren las cosas, cuándo deben suceder y lo que debemos hacer para cambiar el curso de los acontecimientos. En la Cabalá, a este estado se le llama “Equivalencia de Forma”.
Este estado de percepción realzada, de equivalencia de forma, es la razón por la que fuimos creados. Fuimos creados como una unidad que posteriormente fue rota, y ahora debemos volver a integrarnos. En este proceso de reunificación aprenderemos por qué
Cuando nos unifiquemos con la Naturaleza nos sentiremos tan eternos y completos como ella misma. En ese estado, aún cuando el cuerpo deje de existir tendremos la sensación que continuamos viviendo en
HA LLEGADO EL MOMENTO
El Libro del Zohar, la “Biblia” de
Entonces, apunta el Zohar, llegaría el momento de ofrecer
El proceso para alcanzar la plenitud, el Tikkún (la corrección), no ocurrirá de una vez ni será simultáneo para todos. Para lograr alcanzar dicho Tikkún el individuo debe desear que suceda. Es un proceso que se produce a partir de la voluntad propia.
La corrección se inicia cuando una persona se da cuenta que su naturaleza egoísta es el origen de todo mal. Es una experiencia muy personal e impactante, pero invariablemente lo lleva a uno a desear transformarse, y cambiar del egoísmo al altruismo.
El Creador nos trata a todos nosotros como con un ser único y unido. Hemos intentado alcanzar nuestras metas de una manera egoísta, pero hoy estamos descubriendo que nuestros problemas se resolverán sólo al actuar colectiva y altruistamente. Entre más conscientes estemos de nuestro egoísmo, más desearemos utilizar el método de
* El Rav Dr. Michael Laitman es máster en cibernética, doctor en filosofía y cabala, profesor de ontología y teoría del conocimiento. Es fundador y presidente de Bnei Baruj y del Instituto ARI, en Israel. Más información en www.kabbalah.info.
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